Evangelio Según San Mateo 21,28-32.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: ‘Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña’. Él respondió: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?». «El primero», le respondieron. Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él».
Reflexión sobre el Evangelio del Día
Cuando de justicia y equidad se trataba Jesús era experto en enseñarles de frente a los escribas y publicanos sus pensamientos. Cada vez que él hablaba todos quedaban atónitos y aunque muchos creían en él y le adoraban, otros sentían odio en su corazón porque les hablaba con la verdad y se sentían confrontados, pero no podían aprehenderle porque había mucha gente en la ciudad.
Jesús les hablaba en parábolas, pero como sus corazones estaban endurecidos no le entendían, pensaban que era un blasfemo, sin embargo, Jesús les demostraba que si era el hijo de Dios. Los escribas y fariseos venían haciendo las cosas mal desde hace mucho tiempo, por eso cuando vino Jesús a la tierra ellos no querían dejar sus grandes cargos, no querían ser humildes, eran vanidosos y religiosos, por eso Cristo les hablaba fuerte.
En esta oportunidad les habló de la parábola del padre con los 2 hijos, el primero dijo que no, pero después se arrepintió y fue, el segundo dijo que si, y luego no fue; aquí Jesús se refiere al primero como a los hijos de Israel que no creían en los diez mandamientos, pero cuando vino Cristo a la tierra creyeron en él, se arrepintieron y lo siguieron, el segundo hijo que dijo que si, y luego no fue, representa aquellos ancianos y sacerdotes que juraron seguir los diez mandamientos más se desviaron de sus caminos y se volvieron al mal.
Oración del Día
Ven Espíritu Creador
Ven Espíritu Santo Creador visita nuestras almas y llena con la gracia divina los corazones que tú creaste.
Eres el Paráclito, el Don de Dios, fuente viva, amor y espiritual unción Autor de los dones espirituales
Dedo de la diestra paterna. Fiel promesa del Padre que enriquece nuestra palabra.
Ilumina los sentidos, infunde amor en los corazones y conforta sin cesar nuestra fragilidad.
Ahuyenta al enemigo, danos la paz, y contigo como guía evitemos todo mal, por ti conozcamos al Padre
También al Hijo y confiemos siempre en Ti. Te amamos porque eres nuestro Dios todopoderoso.
Danos hoy el pan de cada día. Muchas veces estamos turbados, angustiados, más tú nos darás la victoria.
Aunque se levanten enemigos contra mí, todos caerán más a mí no llegaran porque tú eres mi Dios
Te amamos, adoramos, exaltamos y bendecimos por los siglos de los siglos, porque eres fiel.
Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó y al Espíritu Paráclito, por todos los siglos. Amén
Salmos 84: 1-12
¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.