Evangelio según san Marcos 8, 1-4
En aquel tiempo, cuando Jesús bajó de la montaña, lo iba siguiendo una gran multitud. De pronto se le acercó un leproso, se postró ante él y le dijo: “Señor, si quieres, puedes curarme”. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: “Sí quiero, queda curado”.
Inmediatamente quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: “No le vayas a contar esto a nadie. Pero ve ahora a presentarte al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moisés para probar tu curación”.
Reflexión sobre el Evangelio del Día
En muchas ocasiones de nuestras vidas nos complicamos demasiado, y cuando conocemos al Señor aún más porque creemos que tenemos que pasar por un protocolo extenso para recibir nuestra bendición, cuando no es así. Jesús solo le otorgó la sanidad a aquel leproso y te aseguro que ni siquiera conocía bien a al salvador.
Así también lo puede hacer contigo y conmigo, porque él siempre va a querer bendecirnos, ¡búscalo de todo corazón y lo verás!
Oración del Día
Acto de fe
Padre amado, en este día te doy gracias por todas las
maravillas que me ofreces y por darme la oportunidad
de conocerte, es por eso que quiero aceptarte como mi único
Señor y Salvador, creo en tu palabra, creo en el Hijo y el Espíritu Santo,
creo que tu voluntad que es buena, perfecta y agradable, amen.
Salmos 56: 1-5
Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre;
Me oprime combatiéndome cada día.
Todo el día mis enemigos me pisotean;
Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
En el día que temo,
Yo en ti confío.
En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?
Todos los días ellos pervierten mi causa;
Contra mí son todos sus pensamientos para mal.