Evangelio Según San Marcos 9: 38-50
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. Buena es la sal; más si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.
Reflexión sobre el Evangelio del Día
Jesús como siempre les enseñaba a sus discípulos como tenían que hacer todo, en aquella oportunidad les exhortó a que dejaran a las personas predicar de él sin importar que no le siguieran, porque de igual forma llegaría el mensaje. Y eso lo podemos ver en la actualidad, hay personas que predican de Jesús y no necesariamente van a una iglesia a escuchar a un pastor, sino que de su corazón hablan de Dios, y eso está bien porque lo importante es que llegue el mensaje.
También Jesús les enseñaba algo muy importante, no hacer pecar a nadie, no ser piedra de tropiezo para aquellos que creen en él. Es más, si hay algo que te hace pecar lo ideal es que lo deseches porque es mejor entrar al reino de los cielos sin eso, que no entrar. El maestro hacia alusión a partes del cuerpo, pero eso realmente representa aquello que te está dañando, sea una relación, una mala actitud, un lugar donde no creces, y todo aquello que perjudique tu salvación.
Nosotros somos la sal del mundo y la luz de la tierra, ponemos la sazón en las personas cuando salimos a predicar y somos luz que brillamos ante la oscuridad del pecado. Así que confiemos plenamente en Dios, escuchemos atentamente a su palabra, seamos como Jesús y vivamos una vida que le agrade al Padre; con todo ello tendremos la recompensa asegurada.
Oración del Día
Acto de esperanza
Señor Dios mío, espero por tu gracia la remisión de todos mis pecados;
y después de esta vida, alcanzar la eterna felicidad, a tu lado y por siempre
porque Tú lo prometiste, ya que eres infinitamente poderoso, fiel, benigno,
lleno de misericordia y en ti no hay mentira alguna. Te amo eternamente,
eres lo más importante en mi vida, te necesito en mi familia,
en mi entorno en mi mente y en todo lo que me rodea.
Quiero vivir y morir en esta esperanza. Amén.
Salmos 125: 1-5
Cántico gradual.
Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,
Que no se mueve, sino que permanece para siempre.
Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
Así Jehová está alrededor de su pueblo
Desde ahora y para siempre.
Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;
No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.
Haz bien, oh Jehová, a los buenos,
Y a los que son rectos en su corazón.
Más a los que se apartan tras sus perversidades,
Jehová los llevará con los que hacen iniquidad;
Paz sea sobre Israel.