Tantos días de trabajo, la rutina diaria, las deudas y muchas otras cosas hacen que el estrés pueda llegar a nuestras vidas y perjudicar las cosas que más queremos y valoramos, es por eso que en este artículo te invitamos a que te tomes un descanso de esa vida cotidiana, y decidas hacer algo especial, algo diferente, si deseas solo, o si mejor lo prefieres con tus seres queridos.
Es por eso que en el presente escrito te estaremos comentando varios planes que puedes hacer un fin de semana para que programes tus días y puedas viajar, pasear, conocer otras cosas y así darle un giro a tu rutina.
Vienes el viernes y solo quieres volver a casa y pensar en un fin de semana tranquilo y pacífico. No significa que te vas a quedar en casa e hibernar sin hacer nada. Puedes planear un fin de semana muy especial con tu pareja, amigos o contigo mismo. Aquí están nuestras sugerencias para relajarse este fin de semana y desconectarte como solías hacerlo.
Eso sí, lo más recomendable es que lo planifiques con anticipación para que los planes salgan tal y como lo esperabas, recuerda que es un momento donde debes relajarte y pasarla bien, no estresarte porque la planificación no salió como esperabas, sin más nada que agregar comencemos.
Planes para fines de semana con tus amigos
Nadie sabe mejor que nuestros amigos lo que realmente somos y lo que necesitamos. En Lachayota.com estamos seguros de que siempre tienes a alguien que está dispuesto a hacer algo contigo. Así que reúnete con tus amigos una semana antes para equilibrar tu agenda y graba tus planes para el próximo fin de semana con ellos, así te desestresas y la pasaras fenomenal, Aquí te comentaremos varios de los planes que puedes hacer:
Una ruta de senderismo
Coge una mochila, un tentempié o una ensalada y date un paseo. Descubre estos maravillosos lugares para viajar con tus mejores ameading-text»>Algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?». Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que solo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?».
Después les dijo: «El hijo del hombre es dueño del sábado».
Reflexión sobre el Evangelio del Día
Como lo hemos venido hablando en evangelios anteriores, nos damos cuenta que los fariseos religiosos estaban pendiente de todo lo que hacía Jesús, de alguna u otra manera esperaban cualquier momento para acercársele y criticar todo lo que hacía. No fue diferente cuando los discípulos empezaron a jugar por las espigas.
Te explicamos, en aquel tiempo el día sábado era consagrado, ese día lo tomaba todo el mundo para orar, nadie podía hacer ninguna otra actividad que no sea orar. Por eso los fariseos se le acercaron para reprender a Jesús por sus discípulos, pero como siempre el maestro les callaba la boca. Esas personas sabían mucho de leyes y de mandamientos pero no sabían absolutamente nada de Dios.
Además, el mismo Jesús culminó sus palabras diciéndoles que el Hijo de Dios es dueño del sábado y punto. Esas prácticas quedaron atrás, si eran muy respetadas en aquel tiempo, pero también existían reglas muy estrictas. Hoy en día se guarda el día domingo para alabar y adorar en una iglesia o ya sea en tu casa, pero luego de eso puedes compartir en familia, hacer otras cosas de tu interés y no serás condenado por eso.
Recuerda que de igual forma puede adorar a Dios todos los días de tu vida, no tienes que esperar exactamente un día en específico para consagrarlo al Señor. Te recomendamos que busques al Padre siempre, y así irás descubriendo su amor incondicional que nos regala cada mañana.
Oración del Día
Ven Espíritu Creador
Ven Espíritu Santo Creador visita nuestras almas
Y llena con la gracia divina los corazones que tú creaste.
Eres fuente viva, fuego, amor y espiritual unción.
Fiel promesa del Padre que enriquece nuestra palabra.
Ilumina los sentidos, infunde amor en los corazones y
Conforta sin cesar nuestra fragilidad. Ahuyenta al enemigo,
danos pronto la paz y contigo como guía, evitemos todo mal.
Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y confiemos siempre en Ti,
Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó y al Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén
Salmos 56: 1-13
Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día.
Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
En el día que temo, Yo en ti confío.
En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma.
Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos.
Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamaré; Esto sé, que Dios está por mí.
En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré.
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas.
Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?». Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que solo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?».
Después les dijo: «El hijo del hombre es dueño del sábado».
Reflexión sobre el Evangelio del Día
Como lo hemos venido hablando en evangelios anteriores, nos damos cuenta que los fariseos religiosos estaban pendiente de todo lo que hacía Jesús, de alguna u otra manera esperaban cualquier momento para acercársele y criticar todo lo que hacía. No fue diferente cuando los discípulos empezaron a jugar por las espigas.
Te explicamos, en aquel tiempo el día sábado era consagrado, ese día lo tomaba todo el mundo para orar, nadie podía hacer ninguna otra actividad que no sea orar. Por eso los fariseos se le acercaron para reprender a Jesús por sus discípulos, pero como siempre el maestro les callaba la boca. Esas personas sabían mucho de leyes y de mandamientos pero no sabían absolutamente nada de Dios.
Además, el mismo Jesús culminó sus palabras diciéndoles que el Hijo de Dios es dueño del sábado y punto. Esas prácticas quedaron atrás, si eran muy respetadas en aquel tiempo, pero también existían reglas muy estrictas. Hoy en día se guarda el día domingo para alabar y adorar en una iglesia o ya sea en tu casa, pero luego de eso puedes compartir en familia, hacer otras cosas de tu interés y no serás condenado por eso.
Recuerda que de igual forma puede adorar a Dios todos los días de tu vida, no tienes que esperar exactamente un día en específico para consagrarlo al Señor. Te recomendamos que busques al Padre siempre, y así irás descubriendo su amor incondicional que nos regala cada mañana.
Oración del Día
Ven Espíritu Creador
Ven Espíritu Santo Creador visita nuestras almas
Y llena con la gracia divina los corazones que tú creaste.
Eres fuente viva, fuego, amor y espiritual unción.
Fiel promesa del Padre que enriquece nuestra palabra.
Ilumina los sentidos, infunde amor en los corazones y
Conforta sin cesar nuestra fragilidad. Ahuyenta al enemigo,
danos pronto la paz y contigo como guía, evitemos todo mal.
Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y confiemos siempre en Ti,
Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó y al Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén
Salmos 56: 1-13
Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día.
Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
En el día que temo, Yo en ti confío.
En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma.
Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos.
Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamaré; Esto sé, que Dios está por mí.
En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré.
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas.
Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.